Uno de los retos más urgentes en el campo de las enfermedades neurodegenerativas 🧠 es terminar de conocer cómo aparecen. En el caso del Alzheimer, una de las grandes incógnitas es por qué algunas personas expuestas a los mismos factores acaban desarrollando la patología y otras no 🤔. Según los investigadores de la Universidad de Harvard que participaron en este estudio, una de las piezas clave del puzzle puede ser el litio 🧩. Su papel podría suponer uno de los mayores avances recientes contra el Alzheimer, y convertirse en una nueva promesa terapéutica. Veamos cómo el litio puede tratar el Alzheimer 👇.
Metales y Alzheimer: una relación clave
Entre las múltiples líneas que investigan el Alzheimer, el estudio de la homeostasis de los metales en el cerebro está cobrando una gran importancia 💡. A día de hoy sabemos que, en condiciones normales, los metales mantienen roles esenciales 🎯 en el funcionamiento cerebral. Por ejemplo, nuestro protagonista de hoy, el litio, actúa como protector contra la pérdida de memoria 🧠 y la neurodegeneración durante el envejecimiento.
Sin embargo, también se ha determinado que algunos metales pueden promover la agregación de la β-amiloide, la fosforilación de tau o el estrés oxidativo ⚠️. Por lo tanto, estos compuestos comprenden funciones más complejas aún desconocidas. En este campo de la alteración de la homeostasis de los metales aún queda mucho por explorar 🧐.
Aquí es donde entra el trabajo de la Universidad de Harvard. Los investigadores descubrieron que el litio es uno de los metales cuya homeostasis se ve más alterada en el Alzheimer ⚠️. De esta manera, procedieron a estudiar la relación 🔄 entre estas alteraciones y el desarrollo de la enfermedad. Lo que observaron y las conclusiones que sacaron son muy prometedoras para una nueva posible vía de tratamiento 💊.
¿Qué descubrieron exactamente y cómo puede ayudar en el tratamiento de la enfermedad? Vamos al detalle 🔎.
El secuestro del litio y sus consecuencias en el Alzheimer
Lo primero que observaron los investigadores es que los niveles de litio estaban alterados ⚠️ en los cerebros con Alzheimer, incluso en fases tempranas. En concreto, detectaron que:
- Los niveles de litio libre, que mantiene funciones importantes en condiciones normales, estaban muy reducidos 📉 en los cerebros con la enfermedad 🧠.
- Al mismo tiempo, las placas de β-amiloide tenían acumulaciones notables de litio.
- De esta manera, determinaron que las placas de β-amiloide son capaces de secuestrar 🚨 al litio libre e impedir que cumpla sus funciones 🎯. Esto podría señalar un nuevo origen posible para la enfermedad.
- Por otro lado, la deficiencia de litio libre se relacionó también con una aceleración de la deposición ⚠️ de la β-amiloide y la acumulación neuronal de fosfo-tau en los modelos de ratón.
- Además, confirmaron que la reducción de los niveles de litio libre se correlaciona con una peor puntuación en los tests cognitivos 🧠.
Suplir la falta de litio: ¿una nueva vía terapéutica para el Alzheimer?
Ya sabemos que el litio es secuestrado por los depósitos de β-amiloide 🚨 y que esto se relaciona con la patogenia del Alzheimer. Con esta premisa, los investigadores estudiaron la posibilidad terapéutica de la suplementación con litio 🔄, con el fin de suplir las funciones protectoras que ejercía el litio libre.
Para evitar que el litio administrado fuera también secuestrado por las placas, buscaron una sal de litio que tuviera una afinidad reducida 📉 por la β-amieloide. Encontraron estas características en el orotato de litio 🌟.
Administraron esta sal a los ratones con Alzheimer a una dosis que imita los niveles endógenos, y observaron efectos muy prometedores:
- Reducción del secuestro de litio 🚨 en las placas amiloides, elevando los niveles de litio libre en el cerebro 📈.
- Reducción de otros procesos patológicos del Alzheimer, como acumulación de fosfo-tau, neuroinflamación o pérdida de sinapsis ⚡. Además, se restauró 🔄 la capacidad de la microglía de limpiar β-amiloide.
- Restauración de la memoria 🧠en los tests cognitivos.
Pero, además, los investigadores administraron dosis bajas de orotato de litio en ratones envejecidos sin Alzheimer y observaron que actúa también como protector ⚔️. Comprobaron que su administración prevenía los cambios proinflamatorios asociados a la edad, la pérdida de sinapsis y el deterioro cognitivo 🧠 en los ratones. A las bajas dosis que utilizaron, efectivas para esta neuroprotección, no encontraron ninguna evidencia de toxicidad ☢️.
Con resultados como estos, los investigadores esperan que algún día se pueda usar el litio para tratar la enfermedad en su totalidad, en lugar de centrarse en un solo aspecto como el beta-amiloide o la tau.
El camino del litio a la clínica: próximos retos
Como en cualquier estudio científico, los resultados deben ser tomados con cautela ⚠️, aunque los datos preclínicos sean muy prometedores. Los efectos encontrados en modelos de laboratorio no son fáciles de extrapolar a los seres humanos 🤔, y menos cuando hablamos de patologías complejas 🧠 que siguen sin estar del todo caracterizadas. Las diferencias fisiológicas y las limitaciones del diseño experimental pueden sobrestimar la eficacia 📈 y no anticipar completamente los riesgos de seguridad al dar el salto a humanos 🚩.
En este sentido, una ventaja de este estudio es que el litio ya es utilizado en la práctica clínica en enfermedades psiquiátricas como la bipolaridad, y a dosis mucho más altas de la que se plantea en este estudio. En el contexto del Alzheimer 🧠, ya se han llevado a cabo ensayos con litio en humanos con resultados algo dispares. Dos de ellos no mostraron una mejora cognitiva ❌ con el tratamiento de litio, pero otros tres sí consiguieron reducir el deterioro 🧠 con litio a bajas concentraciones 📉.
Sin embargo y a diferencia del trabajo de Harvard, estos estudios se llevaron a cabo administrando sales de litio con alta afinidad 🔺 por la β-amiloide, lo que pudo haber limitado sus efectos 🚫. El orotato de litio podría ser clave 💡 para futuros ensayos clínicos.
En cualquier caso, estaremos pendientes de los planes para llevar a cabo los ensayos 💊 basados en este estudio. Aunque prematuras, sus conclusiones arrojan un halo de esperanza 💡 a los millones de personas que padecen esta enfermedad en todo el mundo 🌍.